Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires del 23/12/2015 (Anexo)
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Fuente: Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires (Anexo)
N 4788 - 23/12/2015
Separata del Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires
N 176
Filosofías orientales: árabes; judíos. La transmisión de Aristóteles.
La filosofía en el siglo XIII: Oxford Bacon; Renania San Alberto Magno; Italia Santo Tomás de Aquino. Universidad de París. El pensamiento franciscano San Buenaventura.
La filosofía en el siglo XIV. La mística neoplatónica M. Eckhart. La prolongación del pensamiento franciscano Duns Escoto, G. Ockham. El nominalismo medieval.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MODERNA
Fundamentación:
El inicio de la filosofía moderna suele situarse entre los siglos XV y XVI. Sin embargo, desde el punto de visto filosófico no hay ningún hecho concreto que nos permita fechar con precisión el inicio de la llamada modernidad, concepto de por sí problemático.
La palabra moderno tiene un carácter claramente relativo, en cuanto opuesto a antiguo. Dante y Petrarca usan ya el término moderno con un significado valorativo que implica una cierta descalificación o desprestigio de lo antiguo. El carácter positivo y substancial de lo moderno aparece de manera más patente en la división tripartita de las edades históricas, que se generaliza desde fines del siglo XVII. Hablar de edad antigua, media y moderna permite resaltar los dos extremos, frente al significado despectivo de edad media, entendida como un mero interregno sin brillo ni peso propio.
A menudo se suele presentar el pensamiento moderno como marcadamente antiescolástico, antimetafísico y anticatólico. Ahora bien, este rechazo de la escolástica, de la metafísica y de la religión católica como característica del pensamiento moderno es relativamente reciente, es ilustrada, es del siglo XVIII, continuada en el siglo XIX y XX por la historiografía idealista, llegando a imponerse como la historia oficial de la filosofía moderna.
Lo que comúnmente hoy se entiende por modernidad, es la imagen inmanentista de lo moderno acuñada durante el siglo de las luces y continuada por la historiografía idealista Hegel, Burckhardt, Fiorentino, Spaventa, Croce, Gentile.
Según esta visión, la filosofía moderna se presenta como un proceso de progresiva inmanentización de la razón. La modernidad consistiría, sobretodo, en el abandono de la creencia en un Dios trascendente por un Dios racional, filosófico, inmanente, cuya culminación sería el Espíritu Absoluto de Hegel.
Los filósofos de la ilustración, efectivamente, postulan la autonomía del pensamiento humano rechazando toda dependencia de Dios y de su creación y en último análisis de toda realidad dada. Por eso, la tesis emancipatoria de la razón está inseparablemente unida al descreimiento radical. Es paradigmática la expresión de Kant sapere aude, es decir, atrévete a pensar, abandona la minoría de edad de la razón, rechaza toda heteronomía, toda autoridad. La modernidad iluminista o ilustrada desplegó un proceso de progresivo avance hacia el inmanentismo, cuya expresión más consecuente será la filosofía idealista.
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