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autorizados en tiempo y forma con la correspondiente documental certificado médico, por el denunciante doctor Etchegoyen, quien era la autoridad competente para efectuarlo, todo lo cual se encuentra avalado por la documental obrante en autos, no pudiéndose volver sobre los propios actos, primero el director autoriza los francos como las licencias, luego pasado un largo período y casualmente al dejar su cargo como director del Hospital Centenario de Gualeguaychú, las interpreta como actitud negligente o falta grave en el ejercicio de sus funciones como jefe del Servicio de Farmacia, teniendo plena competencia para no autorizarlas, o en su caso, si entendía que el agente hacía abuso de sus derechos, aplicar una advertencia, lo que no hizo, por todo lo cual, corresponde desestimar por carecer de sustento legal el cargo imputado, correspondiendo absolver de este cargo al sumariado;
Que respecto a la imputación de que en el mes de enero del año 2002, y estando en uso el farmacéutico Nozzi de licencia anual ordinaria, por este hecho no se habría podido realizar una intervención quirúrgica a un niño por falta de Sevorane reclamado por el Departamento Compras, y al día siguiente se decide, ante la pérdida de la llave que retenía el farmacéutico, romper la cerradura comprobando que allí había un frasco de Sevorane y medicamentos vencidos, no controlados y otros faltantes en Farmacia Central, sosteniendo la defensa del encartado por esta situación que el episodio de la intervención quirúrgica no solo ha sido desvirtuado por el ex director, sino que ni siquiera el mismo asume la responsabilidad que le compete como autoridad máxima del Hospital, ni de quien se encontraba a cargo de la farmacia en suplencia del farmacéutico Nozzi, la farmacéutica Marcela Correa;
Que ante la crítica situación de abastecimiento de medicamentos, el farmacéutico Nozzi, con el consentimiento del ex director Etchegoyen, había proyectado una reserva de stock de medicamentos para futuras emergencias, esa medicación era apartada, conformando la reserva indicada, surgiendo de la declaración teestimonial de la farmacéutica Marcela Viviana Correa de fojas 65 vta., la clara intención de trasladar responsabilidad al encartado, cuando corresponde precisamente a quien estaba como jefa del Servicio de Farmacia y al entonces director del hospital, quien tenía cabal conocimiento que allí podría haber un frasco de Sevorane;
Que expresando la farmacéutica Correa que la noche del episodio ocurrido en el mes de enero de 2002, se encontraba prestando servicios en la Farmacia del Sanatorio AGOS, cuando se le solicitó en préstamo al Hospital Centenario de Gualeguaychú, una dosis de Sevorane, realizándose la operación al día siguiente porque no pudieron prestársela hasta entonces, luego de la intervención al menor, se abrió la habitación donde se encontraba la reserva de medicación para guardias, encontrándose un frasco del anestésico solicitado, que la ruptura del candado que presuntamente se encontraba en el lugar, se produjo después de la intervención;