Boletín Oficial de la República Argentina del 13/06/2007 - Segunda Sección

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Source: Boletín Oficial de la República Argentina - Segunda Sección

Segunda Sección
Miércoles 13 de junio de 2007
táculo para el ejercicio de su libertad y sus derechos.
Solidaridad La solidaridad permite entrelazar el valor de la libertad con el de la equidad, lograr la relación entre la dimensión individual y social de las personas.
Es el valor decisivo en el camino hacia un sentido de responsabilidad social.
El sentimiento de solidaridad fue debilitado en la desorganización social que produjo la inflación.
Su reconstrucción es una tarea cultural que se nutre de constante ejemplos y de un trabajo de concientización paciente y perseverante.
La solidaridad exige no ser indiferente ni abandonar a todos aquellos que se encuentran en desventaja social a quienes debe garantizárseles condiciones dignas de vida. Decencia Sostendremos la decencia como la virtud que debe fundamentar la práctica política. Tiene que ver con el imperativo ético en el ejercicio del poder, con la vocación por el bien común y la grandeza de la Nación. La decencia es la mejor salvaguarda contra la corrupción y el elemento decisivo para fortalecer la credibilidad de nuestras instituciones políticas.
El auténtico patriotismo se sostiene en el valor de la decencia, porque supone colocar por delante la vocación de servir a los demás, y se relaciona con una mística del servicio para la construcción de una sociedad más humana y más justa.
Trabajaremos para el fortalecimiento de una conducta ética en lo político y en lo económico, de responsabilidad moral en las conductas públicas y privadas, para que la búsqueda del éxito económico en lo individual no entre en conflicto con el interés general.
4 PERSONA Y SOCIEDAD
Sostenemos la convicción de que todas las personas poseen derechos fundamentales inalienables, en particular, el derecho a la dignidad humana y al libre desenvolvimiento de la personalidad.
Los derechos y garantías consagrados en la Constitución Nacional son los pilares fundamentales sobre los cuales se asienta el desarrollo de las personas, la familia y la sociedad.
La familia es el núcleo fundamental de la sociedad y el ámbito natural para el desarrollo de las personas. La unión en el seno de la familia es la mejor escuela para la existencia de solidaridad en la sociedad. Es en el seno de la familia donde comienza el desarrollo de las capacidades individuales y del sentido de responsabilidad, la conciencia sobre deberes y obligaciones. Los sentimientos de amor y protección, de compañerismo y vocación por el prójimo encuentran en el ámbito familiar las mejores condiciones para su manifestación.
La protección de los niños, el fomento de su desarrollo y educación, su salud, serán objetivos esenciales de nuestro accionar político; promoveremos con acciones de gobierno y legislación adecuada la solución a la problemática que impide el cumplimiento de las responsabilidades familiares.
La solidaridad y el apoyo a las personas con impedimentos, su integración a la sociedad y el derecho a su desarrollo personal será también un objetivo importante de nuestra práctica política.
Las familias numerosas, las familias con hijos minusválidos y las familias con madre sola o padre solo deben ser objeto de medidas de apoyo y protección.
5.1. Economía Sostenemos que por ser eficaces en la resolución de los problemas económicos es preciso comprender su naturaleza institucional. Cuando la sociedad está bien organizada, y sus instituciones republicanas funcionan bien, se produce una explosión de iniciativas impulsadas por la capacidad creativa a través de acciones individuales y grupales.
Nuestras regiones albergan todas las riquezas imaginables: tierras fértiles y buen registro de lluvias, recursos minerales abundantes y diversificados, bosques naturales y tierras muy aptas para la forestación artificial, riqueza ictícola inmensa y paisajes espectaculares; además tenemos una población inteligente y trabajadora que quiere pro-

gresar, y que está dispuesta a esforzarse para lograrlo.
No es falta de recursos sino la falta de organización de que impide resolver los casos de pobreza extrema y la injusta distribución de la riqueza a nivel nacional y de regiones. Una buena organización favorece la equidad y la igualdad de oportunidades, y hace posible instrumentar políticas sociales y de aliento al empleo.
Se trata simplemente de volver a potenciar la capacidad creativa y las ansias de trabajo y progreso de los argentinos, con sensatez y entusiasmo, con sencillez y transparencia, pero sobre todo con honestidad y grandeza de miras. Este criterio sobre la naturaleza de la resolución de los problemas económicos es lo que diferencia a la propuesta de Acción por la República de las demás fuerzas políticas del país.
No proponemos ningún modelo económico específico, sino un tipo de organización económica y social que han desarrollado los países que funcionan bien en América, en Europa o en el Sudeste Asiático.
El cambio de las reglas de juego y la reconstrucción de las instituciones económicas, como el crecimiento con estabilidad, se obtuvieron haciendo cumplir las disposiciones de la Constitución Nacional. El sector público se disciplinó con la Reforma del Estado, la Ley de Convertibilidad, y la sanción oportuna del Presupuesto. El mercado y la competencia se utilizaron como principio organizador de la actividad privada. La base de los cambios fue un marco jurídico compuesto de leyes votadas por los representantes del pueblo.
La economía bien organizada ofrecerá a los jóvenes y a la gente de toda edad la oportunidad de trabajar, de aplicar conocimientos, de utilizar su bagaje cultural, su capacitación profesional, sus habilidades físicas e intelectuales. Nuestra propuesta es organizarnos para que el trabajo y el ahorro sean los motores del crecimiento argentino.
5.2. Empleo Quienes cuestionan la Convertibilidad, la transformación estructural del Estado y sus empresas, la apertura de la economía, y otros logros obtenidos en los últimos años, sostienen que esas son las causas del alto nivel actual de desempleo.
Para encarar la solución de un problema es necesario identificar con claridad sus causas. Si se analiza la evolución del producto bruto y los niveles de empleo en la década del 80, se puede observar que un estancamiento y caída del producto fue acompañado con un sustancial incremento, de la cantidad de empleos. Dicha circunstancia encierra obviamente una caída significativa de la productividad de nuestra economía. Vale decir, se creó empleo ficticio, improductivo, que no generaba bienes y servicios, puesto que el producto no creció.
La experiencia global muestra que la noción clásica del pleno empleo como paradigma se encuentra problematizada por diversas causas. Algunos la atribuyen al avance tecnológico, otros a la ineficiencia relativa de las organizaciones, económicas afectadas. En Argentina tenemos claras muestras de lo que no debe hacerse para superar la crisis. Es evidente que no se deben resignar objetivos en materia de apertura económica y estabilidad. Lo contrario implicaría un retroceso, una suerte de remontar el curso de la historia en busca de repetir situaciones ya claramente superadas.
Nuestras propuestas para resolver el problema de la desocupación consiste en mantener y fortalecer el marco alentador de inversión y producción que genera la convertibilidad, proceder a una simplificación normativa, flexibilizar a un ritmo rápido el mercado laboral, eliminar los impuestos al trabajo, fomentar el ahorro, la educación y la capacitación, y por último, combatir la corrupción que significa una gran despilfarro de recursos necesarios para alentar el empleo.
Promoveremos desde el Congreso un conjunto de leyes que plasmen un nuevo marco normativo, más simple, claro y realista. Este nuevo marco permitirá la puesta en marcha de soluciones reales, destinadas a perdurar en el tiempo y crear las condiciones de seguridad jurídica para que se premien el trabajo, la inversión y la producción, y se castiguen la especulación, el despilfarro y la corrupción.

BOLETIN OFICIAL Nº 31.175

5.3. Ahorro La cultura del ahorro, motor del crecimiento económico argentino en las primeras décadas del siglo, fue reemplazada a partir de la inflación por la cultura de la especulación y el consumismo.
Hoy, con la estabilidad, el ahorro vuelve a convertirse en el motorizador del crecimiento económico. Con la estabilidad aprendimos muchos cosas. Sabemos que el ahorro genera riqueza para el país, que de esa riqueza participamos todos, que una Nación que ahorra es una Nación en marcha. Hoy tenemos un incipiente mercado de capitales que permite a quienes ahorran confiar en que sus sacrificios en materia de consumo serán recompensados en el futuro, y a quienes tienen proyectos productivos, acceder a los créditos necesarios para llevarlos a cabo.
La legislación sobre la utilización de recursos de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones AFJP, o la correspondiente al mercado asegurador en sus distintas facetas, permitió facilitar la conformación de un mercado de capitales y el acceso al crédito. El ahorro, en suma, es la posibilidad de contar con líneas de créditos con intereses más bajos, así, mucha gente podrá comprar viviendas recurriendo al crédito, esto generará una enorme actividad en el mercado de la construcción, que a su vez generará mas empleos, y los nuevos trabajadores podrán recurrir a su vez al crédito para adquirir sus viviendas, y así nos introduciremos en el ciclo virtuoso de la economía que generará un mayor bienestar general.
El ahorro, convertido en crédito, debe ser considerado como el fundamental Promotor del crecimiento de la actividad económica y del empleo.
Nuestra acción se orientará en esta materia a mejorar permanentemente el marco regulatorio que permita promover el ahorro, y a establecer las condiciones para el abaratamiento del crédito al punto que el mismo pueda ser utilizado, en igualdad de condiciones, tanto por los grandes, como por los pequeños empresarios.
6 EL ESTADO
A los avances logrados por la reconstrucción de la democracia y las instituciones económicas debe seguir la reconstrucción de las instituciones del Estado Republicano.
Las prioridades respecto al papel del Estado son:
un Poder Ejecutivo capaz de resolver los problemas pendientes de la educación, la salud, la seguridad y la justicia; un Poder Legislativo que sea capaz de armonizar los intereses sociales en leyes simples, fáciles de entender para la gente, factibles de ser cumplidas, y la reconstrucción de un Poder, Judicial independiente, apto, honesto, ágil, capaz de perseguir a la delincuencia, defender a los ciudadanos y arbitrar con eficiencia sus conflictos.

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cer que es le que está ocurriendo y discernir si las decisiones que se están adoptando en los distintos niveles de responsabilidad son conducentes a resolver los problemas.
Propiciaremos también un gobierno que enfrente la corrupción. El fenómeno de la corrupción es una de las manifestaciones de baja calidad institucional, de deficiencias en la organización de las instituciones del Estado.
La reconstrucción de las instituciones económicas, del presupuesto Nacional debatido y aprobado en término del sistema monetario, de la libertad para competir y de la eliminación de las intervenciones burocráticas, generó una gran transparencia en el manejo Público. Ello, sumado a la libertad de expresión y a la participación de algunos sectores políticos, ayudó a reducir los niveles de corrupción que existían en distintas áreas del estado, como por ejemplo en materia de contrabando, evasión impositiva, sistema de contrataciones, por citar algunas.
Sin embargo, el fenómeno de la corrupción en la Argentina tiene hoy un nuevo perfil. Se trata de la existencia de organizaciones delictivas, de asociaciones ilícitas, que prosperan con impunidad porque se mueven amparadas por sectores del poder político, de las fuerzas de seguridad y hasta del propio poder judicial. Es el tipo de corrupción vinculado al narcotráfico, al lavado de dinero, al tráfico ilegal de armas, a la evasión fiscal.
Con nuestra acción política debemos apoyar y reforzar los importantes avances que gradualmente empezaron a percibirse en la lucha contra la corrupción. Desde la Justicia, desde el Parlamento, y desde las fuerzas de seguridad, aparecieron funcionarios honestos y comprometidos, decididos a investigar. La lucha contra la corrupción no debe tener banderías políticas, debe ser la lucha de todos.
Con nuestra acción legislativa debemos propiciar el marco legislativo adecuado para este objetivo estratégico. La protección del denunciante, la figura del arrepentido, la financiación de los partidos políticos, el conflicto de intereses incompatibles con la función pública, la ampliación del campo de aplicación de la figura delictiva del cohecho, una tipificación más ágil que permita investigar el enriquecimiento ilícito, son algunos de los aspectos que requieren un particular tratamiento legislativo en la lucha contra la corrupción.
7 ROLES ESENCIALES DEL ESTADO
Así como sostenemos el principio de subsidiariedad del Estado, propiciamos la búsqueda permanente de la eficiencia del Estado en el cumplimiento de sus roles esenciales, entre los que nos importa destacar: educación, salud, seguridad y justicia.
7.1. Educación
La división constitucional de los poderes del Estado es uno de los temas en que se presentan señales más preocupantes de retroceso. Nuestra acción se orientará a la plena vigencia del sistema establecido por la Constitución Nacional en salvaguarda de la libertad individual, de los demás derechos y garantías que tutela y como la mejor forma de controlar el ejercicio del poder político.
Propiciamos decididamente el principio de la subsidiariedad del Estado. El Estado empresario, productor de bienes y servicios, concentrador de actividades económicas, sólo sirvió para conformar: una superestructura que enriqueció ilegítimamente a unos pocos pero fue incapaz para solucionar los problemas de los habitantes. Tuvimos un Estado productor de acero, petróleo, energía en general, caminos, que prestaba servicios como teléfonos, electricidad, gas, agua, y que lo hacía a un costo tan elevado, de una manera tan ineficiente, que se malgastaron enormes capitales sociales sin siquiera prestar los servicios elementales. Así el Estado descuidó su papel esencial.
No adscribimos a las teorías que preconizan estados mínimos, o ausentes, ni a las que propician un estado que haga todo, y que termina por no hacer nada. Queremos un Estado ágil, moderno y eficiente que esté en condiciones de garantizar a la sociedad prestaciones esenciales en educación, salud, seguridad, y justicia.
Queremos un Estado transparente. La transparencia es un valor republicano que tiene carácter prioritario. Significa que los ciudadanos dispongan de la información necesaria que les permita cono-

Hace casi un siglo y medio Domingo F. Sarmiento llevó adelante la primera revolución educativa, convirtiéndose en un visionario sobre el mundo del futuro y sentando las bases para la construcción de una Nación moderna.
Con el tiempo, ese Estado concentrador de actividades se alejó de la promoción educativa y transformó al sector en una madeja de reglamentaciones insustanciales que convirtieron al sistema educativo en incapaz de formar, de educar, de preparar para los desafíos que planteaba la modernidad.
Debemos propiciar una segunda revolución educativa. Para que la educación cumpla la trascendental misión de formar en los valores esenciales de la sociedad. Que prepare a las personas para la convivencia en un mundo donde la competencia, pero también la tolerancia y la integración pasaran a ser calidades insoslayables y fuente de enriquecimiento personal e intelectual. Que proporcione las destrezas necesarias para el perfil que adopte el crecimiento económico del país. Que sea accesible a todos los niveles sociales, pero especialmente, orientada a jugar un papel equilibrador con los sectores más desprotegidos de la sociedad.
El futuro de la República se juega, principalmente, en el éxito de su política educativa. Por ello, el sistema educativo debe ser destinatario privilegiado de recursos suficientes generados por el ahorro y la reactivación económica. Pero junto a los recursos materiales debe ponerse el acento en los recursos humanos, cuyo eje es el docente. Al res-

Acerca de esta edición

Boletín Oficial de la República Argentina del 13/06/2007 - Segunda Sección

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PaysArgentine

Date13/06/2007

Page count52

Edition count9406

Première édition02/01/1989

Dernière édition29/07/2024

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