I want to know about...
![Spain](/misc/flags_iso/32/es.png)
- Spain
En el recurso gubernativo interpuesto por don José Antonio Iturría
Sierra, como Presidente de la comunidad de propietarios de los edificios
sitos en los números 1 y 3 de la policía urbana, de la avenida de Cataluña,
y del local destinado a garaje, sito en el número 4, de la calle Cronista
Almela y Vives, de Valencia, contra la negativa del Registrador de la
Propiedad de Valencia, número 1, don Luis Orts Herranz, a diligenciar un
libro de actas de dicha comunidad de propietarios.
Hechos
I
La comunidad de propietarios de los edificios sitos en los números 1
y 3 de policía urbana, de la avenida de Cataluña, y del local destinado
a garaje, sito en el número 4, de la calle Cronista Almela y Vives, de
Valencia, está compuesta por dos edificios gemelos de diecisiete alturas,
cada uno de ellos, y por un local intermedio a ambas edificaciones,
destinado a garaje. Dichos inmuebles se encuentran inscritos en el Registro
de la Propiedad número 1 de Valencia, fincas registrales números 4.658,
4.659 y 33.094, y fueron construidos por el Patronato Municipal de la
Vivienda para funcionarios del excelentísimo Ayuntamiento de Valencia,
siendo constituida la comunidad de propietarios de los mencionados
edificios y garaje, según acuerdo de los copropietarios, reunidos en Asamblea
de fecha 12 de noviembre de 1970.
II
El 24 de septiembre de 1998, el Administrador de la citada comunidad
de propietarios dirige escrito al Registrador de la Propiedad de Valencia,
número 1, solicitando el diligenciamiento del libro de actas de la
comunidad, el cual fue presentado en el Registro, el 7 de octubre del mismo
año, y fue calificado con la siguiente nota: "Se deniega la legalización del
libro de actas solicitado en la precedente instancia porque las fincas sitas
en la avenida de Cataluña, números 1 y 3, y el local destinado a garaje,
en calle Cronista Almela y Vives, número 4, fincas registrales 4.658, 4.659
y 33.094, constituyen propiedades horizontales independientes sin ningún
vínculo jurídico entre sí, no configurando, por tanto, un conjunto
inmobiliario. Todo ello de conformidad con los artículos 8.4.o y 20 de la Ley
Hipotecaria, 3, 5, 9.5.o, 12, 14 a 17 de la Ley de Propiedad Horizontal,
415 del Reglamento Hipotecario y las Resoluciones de la Dirección General
de los Registros y del Notariado de 15 de octubre de 1994, 19 y 20 de
febrero y 17 de abril de 1997.-Valencia, 8 de octubre de 1998.-El
Registrador. Firma ilegible."
III
Don José Antonio Iturría Sierra, como presidente de la comunidad
de propietarios de los edificios sitos en los números 1 y 3 de policía urbana
de la avenida de Cataluña y del local destinado a garaje, sito en el número 4,
de la calle Cronista Almela y Vives, de Valencia, interpuso recurso
gubernativo contra la anterior calificación, y alegó: Que la comunidad de
propietarios citada desde su constitución viene funcionado a todos los efectos
como un sola comunidad, contando con una sola junta rectora, con un
solo órgano de administración, siendo prorrateados los gastos y/o ingresos
del garaje entre los 136 partícipes del citado inmueble. Y que a su vez
también son propietarios de las viviendas que componen las dos torres
gemelas, diligenciándose en su momento y ante Notario los
correspondientes libros de actas, donde vienen reflejados todos sus acuerdos. Que
hay que tener en cuenta lo manifestado en el fundamento 2.o de la Sentencia
del Tribunal Supremo de 10 de febrero de 1988, a consecuencia de una
demanda presentada por la comunidad recurrente.
IV
El Registrador de la Propiedad, en defensa de su nota, informó: Que
en este caso no se da lo establecido en el artículo 415 del Reglamento
Hipotecario, y 17 de la Ley de Propiedad Horizontal, para legalizar el
libro de actas, puesto que no se dan las circunstancias propias de la
propiedad horizontal en los tres edificios. Que se está más cerca del llamado
conjunto inmobiliario o urbanístico, pero tampoco se da este caso, ya que
registralmente no consta la existencia de conexiones entre los edificios.
En este caso no se constituyeron las servidumbres de las que surgen
obligaciones "propter rem" configuradoras del conjunto inmobiliario a que
se refieren las Resoluciones de 21 de octubre de 1980 y 5 de noviembre
de 1982; ni se establecieron en su título constitutivo las titularidades "ob
rem" a que se refiere la Resolución de 3 de septiembre de 1982, ni se
dan las circunstancias contempladas en al Resolución de 20 de julio
de 1988; ni tampoco se adoptó la técnica de triple folio de la Resolución
de 2 de abril de 1980. Que el recurrente fundamenta la existencia de
tal comunidad en un acuerdo de constitución, del cual no existe constancia
registral. Que tampoco consta registralmente la existencia de unos estatutos
comunes, que la junta inicial no llegó a aprobar, según resulta del acta.
Que según la inscripción 4.a de las fincas 4.658 y 4.659, la propiedad
horizontal de los edificios sitos en la avenida de Cataluña, números 1
y 3, se rigen por las normas generales contenidas en la Ley de Propiedad
Horizontal. Que el penúltimo párrafo del artículo 5 de la Ley de Propiedad
Horizontal señala que los estatutos no perjudicarán a terceros si no han
sido inscritos en el Registro de la Propiedad, siguiendo el principio
publicidad registral. En el caso que se estudia no existe reflejo registral.
Conforme a la Resolución de 15 de noviembre de 1994, es imprescindible
la constancia registral de los estatutos, que en este caso implican la
modificación de los títulos constitutivos. Que de la Sentencia del Tribunal
Supremo de 10 de febrero de 1988, traída a colación por el recurrente, sólo
cabe deducir que se está reconociendo legitimación procesal a la pretendida
comunidad, sin entrar en mayores argumentaciones jurídicas, refiriendo
dicha sentencia a unos estatutos que carecen de reflejo registral como
se ha dicho. Que la alusión que tiene la sentencia de la titularidad
compartida de garaje por los 136 copropietarios de las distintas viviendas
de los edificios resulta desafortunada, pues aparte de que se prescinde
de los departamentos de ambas propiedades horizontales destinados a
locales comerciales, existen algunos propietarios de viviendas y la totalidad
de los propietarios de locales comerciales que no lo son del edificio
destinado a garaje y copropietarios de éste que no titulan propiedad alguna
de viviendas. Que el edificio destinado a garaje pertenece a una pluralidad
de propietarios, sin que pase de ser una comunidad ordinaria, sin conexión
alguna con las dos propiedades horizontales. Que el recurrente también
alega las sucesivas legalizaciones notariales de los libros de actas de dicha
comunidad y el funcionamiento en la práctica de ésta. Que el Real
Decreto 1368/1992 de 13 de noviembre, da una nueva redacción al artículo
415 del Reglamento Hipotecario y según la exposición de motivos de la
Ley 10/1992, de 30 de abril, se pretende eliminar del ámbito de actuación
de los Tribunales de Justicia tareas no propiamente jurisdicionales, y la
intención es aprovechar la experiencia de los Registradores. Que, por tanto,
es aplicable lo dispuesto en el artículo 18 de la Ley Hipotecaria y se debe
tener en cuenta lo declarado en las Resoluciones de 19 y 20 de febrero,
17 de abril y 21 de mayo de 1997. Que en el caso que se estudia no
se dan los elementos necesarios para proceder a la legalización de los
libros de actas. En ningún momento se indica que las fincas formen parte
de un conjunto inmobiliario o de una propiedad horizontal compleja; no
se asigna una cuota de participación en elementos comunes distintos de
los propios de cada propiedad horizontal; ni tampoco se alude siquiera
a aquellos elementos comunes; no resulta del título constitutivo la
designación de los órganos de representación y de decisión colectiva que regulan
los artículos 12 a 17 de la Ley de Propiedad Horizontal; tampoco hay
una propiedad compartida por los titulares de los departamentos de las
dos propiedades horizontales respecto al edificio destinado a garaje. Que
el recurrente se basa en argumentos de hecho abandonando toda
argumentación jurídica, pretendiendo introducir en el Registro una situación
fáctica de comunidad de propietarios que no tiene apoyo legal. Que esta
pretensión, llevada a cabo mediante el simple diligenciado del libro de
actas, obviaría la ineludible adopción de alguna de las variadas soluciones
que proporciona nuestro ordenamiento jurídico y daría lugar a una
evidente contradicción en los asientos registrales, en los cuales se debe basar
el Registrador para calificar y que precisamente deben ser un obstáculo
para que se produzca tal contradicción, pues ni siquiera una visión
integradora de los mismos permite apreciar la existencia de la pretendida
comunidad.
Fundamentos de Derecho
Vistos los artículos 19 de la Ley de Propiedad Horizontal, antes 17;
415 del Reglamento Hipotecario, y las Resoluciones de la Dirección General
de los Registros y del Notariado de 15 de noviembre de 1994, 19 y 20
de febrero de 1997, 20 de abril de 1999 y Sentencia del Tribunal Supremo
de 10 de febrero de 1989.
1. Se presenta a diligenciar un libro de actas de una comunidad de
propietarios formada por los dueños de dos edificios gemelos y un local
garaje situado entre medio de los mismos y que consta inscrito en el
Registro como tres fincas independientes (dos matrices y una del local). De
los documentos aportados al expediente se desprende que desde que se
construyeron los inmuebles por el Patronato Municipal de Viviendas del
excelentísimo Ayuntamiento de Valencia han venido funcionando como
una sola comunidad que no consta en el Registro. El Registrador deniega
el diligenciado al resultar registralmente propiedades horizontales
diferentes sin ningún vínculo jurídico entre sí, no configurando un conjunto
inmobiliario. Sin embargo, el recurrente alega que el Tribunal Supremo,
a pesar de la segregación efectuada en su día del local garaje, confirmó
la existencia de una sola comunidad, como sucesor de dicho patronato.
2. Como recientemente tiene declarado este centro directivo, la
Ley 10/1992, de 30 de abril, de Medidas Urgentes de Reforma Procesal,
reformó el artículo 17 de la Ley de Propiedad Horizontal, y con el único
objetivo de descargar a los órganos jurisdiccionales de funciones que no
tenían la condición de tales, encomendó a los registradores de la propiedad
la tarea de diligenciar los libros de actas de las comunidades de
propietarios, en la forma que reglamentariamente se determinara. Y en base
a tal mandato, el artículo 415 del Reglamento Hipotecario desarrolla
detalladamente el modo de proceder del Registrador imponiéndole dos tareas:
La práctica de la diligencia en sí, previo cumplimiento de los requisitos
exigidos para efectuarla, y el control sucesivo del número de orden de
los libros, todo ello referido, con un amplio criterio, a comunidades,
subcomunidades y conjuntos inmobiliarios, tanto para el caso de que tales
entidades aparezcan inscritas, o como para las no inscritas [obsérvese
el párrafo 3.b) y el último inciso del párrafo 7 del citado precepto legal]
mediante la extensión de una nota marginal en el folio abierto en el libro
de inscripciones al edificio o conjunto sometido a propiedad horizontal
en el primer caso, o bien consignando los datos del libro en un libro
fichero, cuando no apareciera inscrita la comunidad.
3. Pues bien, la diversidad de las situaciones fácticas que pueden
surgir a lo largo del tiempo para la organización de las comunidades de
propietarios análogas a las que recaen sobre los elementos comunes de
un edificio en régimen de propiedad horizontal y que puede no hayan
tenido el adecuado reflejo registral, unido a la razón inspiradora de la
redacción del citado precepto -que no fue otra que el desahogo de los
jueces de funciones no jurisdiccionales y que, recuérdese, nunca tuvieron
a la vista los libros del Registro para diligenciarlos-, hacen necesario que
las actas, reflejo de sus acuerdos, puedan alcanzar todos sus efectos
mediante el diligenciado correspondiente de sus libros, siempre y cuando de la
instancia presentada se desprenda que el libro está llamado a reflejar
acuerdos propios de los órganos colectivos en las hipótesis de propiedad
horizontal, subcomunidad o conjunto inmobiliario o situaciones jurídicas
análogas. Lo que ocurrirá en un caso como el presente en el que
registralmente existen dos edificios independientes y un local de garaje aparte
-segregado en su día del primero de ellos-, es que no cabrá extender
la nota marginal a los folios abiertos a las fincas en cuestión, debiendo
consignarse entonces los datos en el libro-fichero previsto al efecto,
haciéndolo constar así el Registrador en la nota de despacho al pie de la instancia
y al margen del asiento de presentación.
Esta Dirección General ha acordado estimar el recurso y revocar la
nota del Registrador.
Madrid, 14 de febrero de 2000.-El Director general, Luis María Cabello
de los Cobos y Mancha.
Ilmo. Sr. Registrador Mercantil de Valencia, número 1.
Fuente: Boletin Oficial del Estado (BOE) Nº 69 del Martes 21 de Marzo de 2000. Otras disposiciones, Ministerio De Justicia.